jueves, 5 de agosto de 2010

Estos Mundos (X): Etiquetas


Hoy hemos tenido un debate de esos en los que, desde el principio, una de las partes asume que sin importar la trascendencia de la conversación ni el enardecimiento con el que se defiendan las ideas el resultado final será el equivalente dialéctico de jugar al yo-yó, y la otra decide no prestar atención al rumbo que toman los argumentos porque no es necesario cuando se está en poder de la Verdad Absoluta.

La idea inicial era discutir la importancia de la etiqueta, y el origen ha sido el siguiente: una de las científicas más importantes de España es criticada por vestir, en una de sus últimas charlas, como una lesbiana (concepto a discutir en otra ocasión, se siente: los mosqueos de uno en uno, por favor). Entonces, diversificación de opiniones:

F opina que cada uno vista como quiera, pero que se valore lo que realmente se viene a hacer (en este caso, dar una charla)
G opina que para dar una charla científica es imprescindible vestir con corrección y seriedad (y aunque sea demagogia, me permito extraer dos conclusiones, aplicando la propiedad transitiva a la primera de ellas para sacar la segunda: uno, las lesbianas visten mal, de lo que se concluye que dos, las lesbianas no pueden dar charlas científicas)

A partir de este punto, se desencadena el debate anteriormente citado acerca de la importancia o no de cumplir con el protocolo y la etiqueta, por ejemplo en entrevistas de trabajo o en charlas para acceder a un puesto de trabajo. Debate de conclusión nefasta, como debe ocurrir, que termina con enfurruñamiento generalizado.

Las conclusiones para mí están claras:
1) si se me va a juzgar por el precio del traje que lleve a mis futuras entrevistas, lo tengo bastante crudo. Obviamente, no iré en bañador y aletas de buzo, pero joder...
2) el alcance de dicha necesidad radica en el tipo de puesto que vayas a solicitar, de lo que se concluye que
3) siempre que me sea posible, trataré de evitar ese tipo de puestos de trabajo.

Para rematar tan interesante discusión, G dice que "total, si a él le encanta vestir de etiqueta..."
Entonces, quiero terminar mi entrada haciendo homenaje a Alex Rodin (http://www.bellabelarus.com/en/component/option,com_jsgallery/mode,by_artist/artist_id,23/Itemid,49/), que aparece hoy en mi foto, retratado en Tacheles durante el viaje que hicimos Lu y yo a Berlín hace poco. Expone en la Galería Nacional de su país, algunas de sus obras en el link que os pongo. No creo que use traje. Nunca.

Y que viva la gente que hace entrevistas en camisetas de wushu, vaqueros y gafas naranjas, coñe!

(Reflexiones Post-scriptum. Lo peor de todo: quedarme rallado a estas horas de la mañana, cuando al otro probablemente se la sude todo de forma impúdica, y que cuando llegue nuestra próxima respectiva entrevista él en un santiamén se plante su traje de las entrevistas mientras que yo tendré como regurgitaciones de la noche de hoy y tardaré en vestirme más que una ministra.)

3 comentarios:

  1. Por lo visto debe ser de forma más o menos desaliñada, pero tampoco te creas que me quedó a mí muy claro. Creo que consiste en llevar jersey de cuello de pico en lugar de tacones, yo qué sé.

    ResponderEliminar
  2. Cuidado, no vayas a elegir una ministra lesbiana... Nada de cuello de pico, por si acaso.

    ResponderEliminar