lunes, 28 de junio de 2010

Fondos de Armario (I): Talk Show Host #3

Estoy en Madrid, es de noche y no sé hacia dónde apuntan mis uñas. Sólo sé que siento una especie de anhelo de un interregno, de un suicidio colectivo de los tigres de felpa rosa encerrados aquí dentro.

Aporreo sobre las teclas como quien baila el cascanueces con un disfraz de astronauta. Astronauta, astrolabio, sueños. Palabras, al fin y al cabo. Y todo para decir que estoy como embotado de mí mismo.

Vuelvo a intentar tejer, con mi disfraz cauteloso de estudiante. Vuelvo a recoger migas y juntarlas y hacer algo que asemeje un todo aunque no lo sea, vuelvo a ensalivar pequeños trozos de mí y esperar que este crisol asustado se decida a cauterizar la herida. O a abrirla del todo de una vez, mejor el rojo brillante que las supuraciones lentas, tan postergadas, tan reptiles dormidos.

Así que aquí me tenéis de nuevo, exhibicionista impúdico: valiente, desnudo, pero replegado sobre mí mismo para mostrar lo menos posible.

Que total: si siempre acabo echando de menos en forma de futuro perfecto a las personas que más me arropan, a las que puedo tocar con sólo estirar mis dedos, siempre me sucede que acabo viéndome como un mero espectador, lo cual me impide disfrutar plenamente del momento. Eso, y una palpable retracción de mi proyección del yo cuando la situación requería haberme troceado y expuesto en un mostrador. Os quiero. Lo digo en serio, aunque lo diga por escrito y a escondidas.


Uñas, tigre, astrolabio, fiesta de disfraces, carnicería. Mis dedos hoy no apuntan a nada, pero quien esté preparado para el espectáculo, entresacará lo más jugoso de entre el sebo verborreico.

Buenas noches, y de nuevo mis más sinceros deseos: sean felices.

(Madrid, 11/12/2008)

1 comentario:

  1. Enhorabuena por reconstruirte, reorientarte, reencontrate.
    Sé feliz tu también.

    ResponderEliminar