martes, 20 de octubre de 2009

Otros Mundos (VII): Abstraccionismo.



Como siempre, la etimología nos lleva a la idea originaria de nuevas palabras, o de nuevas aplicaciones para viejas palabras. Así, por poner un ejemplo, escuchamos cosas como "abstracto" en situaciones que en realidad requieren un"extraño, incomprensible".

La etimología de "abstracto" es vergonzosa, por lo evidente: del latín abstractio, abstractionis, de abstrahere. "Abstraer", es decir, prescindir de ciertos elementos de un todo para a través de ellos llegar a la esencia.

En Mondrian, uno de mis pintores más apreciados (culpen a mi libro más querido), se prescinde por completo de las formas en el arte para llegar, mediante la simplificación, a la auténtica realidad y composición de la Naturaleza. Utiliza la pintura para llegar a la parte más pura de la vida: según palabras propias, utiliza dos no-colores (blanco y negro) en retículas que en composiciones complejas darían lugar a las cosas y rellena los espacios con colores esenciales, puros.

Mondrian ha sido muy duramente criticado por la simplicidad de sus obras. A mí me hacen pensar un poco en la parte de crítica que encierran, en el reduccionismo absurdo en el que nos vamos enmoheciendo para llegar a algo que no somos capaces de definir, ni mucho menos, de explicar. Mondrian pinta una retícula que representa la unidad de la vida, pero no nos equivoquemos: Mondrian quiere pintar la Vida, no la retícula. Arte abstracto, tengamos en mente siempre el auténtico significado de esa palabra.

Aunque siempre que seamos conscientes del resto de retículas, y del espacio que ocupa la nuestra propia en su interacción con ellas, podremos pensar que no estamos perdidos del todo. De una célula a una Vida, si vamos al caso.

En fn, todo esto viene a que una tipa (Pintora, dice ella; Impostora, digo yo) acaba de afirmar en la tele que Mondrian le encanta, que el constructivismo es su movimiento preferido. Pero el constructivismo es otra cosa, maja: dejemos a Mondrian en paz en su abstracción, que con eso ya hizo bastante. Total, que buscando Composiciones de Mondrian (si buscáis early Mondrian en google os saldrán cuadros impresionistas, de sus inicios), los cuadros más famosos de dicho pintor (el de arriba es una de ellas), he visto una enorme cantidad de obras fraudulentas, de las cuales no me siento capaz de identificar ni la mitad. Eso sí, hay una clave, implícita en esta parrafada que me he marcado hoy a cuento de casi nada, que os permitirá identificar las obras originales junto a las falsificaciones buenas, en caso de que decidáis comprar una cuadrito para vuestro salón.

Acción-ARTE. Mañana (o cuando sea, vamos) hablaré algo de Kandinsky, aprovechando que en la Wikipedia le mencionan cuando buscas a Mondrian).




Imagen: Composition with big red surface, Yellow, Black, Grey and Blue, 1921. Mondrian (auténtico, este sí que sí).

lunes, 12 de octubre de 2009

Otros Mundos (VI): Smile. Grin.

"Esos días andaba por la vida como quien recorre un callejón con puestos ambulantes: despistado pero observando a su alrededor, sin rumbo pero intuyendo el principio y el fin de su recorrido.

No sabía exactamente por qué, pero le daba la vaga impresión de que el Mundo le miraba con una especie de sonrisa con gafas de sol, de esas que impiden adivinar el auténtico significado de ésta: los matices que imprimen los ojos se perdían en los días rápidos, alternos.

Se daba cuenta, así mismo, de que esa misma apreciación podría haberle pasado desapercibida de no hallarse en un estado de consciencia especial, una especie de imprimación diaria al apagar el despertador que le hacía sensible a ciertas situaciones, ciertos detalles. Y, como era de esperar, se sentía incapaz de decidir por tanto si estos detalles eran asociaciones libre a causa de sus circunstancias, o que su entorno empezaba a prepararse para un (a falta de una palabra más apropiada sin perderse en diatribas sin fundamento) cambio. O como si ese cambio fuera a sucederle a él, y sus alrededores quisieran hacer esa transición más suave, más llevadera.

En realidad era cosas sin importancia: un semáforo que se encendía a su favor en el preciso momento de apoyar los pies sobre la calzada, unas gotas cayendo lentamente mientras las fotografiaba...Uno es sensible a ciertas cosas, no se pueden cerrar los ojos al sol si se tienen los párpados transparentes

Sin embargo, una especie de tormenta se avecinaba, y no conseguía identificar exactamente cómo, desde dónde, cuándo. A storm is coming, leyó en el libro cuando se recobró de su disgresión de lectura en el tren de vuelta a casa. Tu parles, se dijo a sí mismo, sonriendo. En el asiento adyacente se sentó una mujer árabe y empezó a regañar a su hijo, llorando sentado en su regazo. En francés.

Sonrió.

Era una sonrisa torva, de desafío, lanzada al aire."



-Una idea, un posible inicio que debería trabajar más. Con algo de autobiografía, claro, pero no mucho- MFA.

domingo, 4 de octubre de 2009

Machina (IV): De lo Nuevo y De lo Viejo.

El secreto de la felicidad apunta, a pesar de lo que afirmen algunas personas, a una constante renovación del entorno: manteniendo unas constantes vitales constantes que configuren un armazón compacto, introducir de a poco pequeñas variaciones, retos estimulantes que nos empujen a un estado de cavitación interna, de remodelado estocástico de las sensaciones. Una especie de entropía perceptiva y proprioceptiva, si se me permite el doble símil.

La clave de este secreto, a su vez, nos es incospícua de nuevo. ¿Qué tendrán que ver las células con los cometas, los microscopios con las singularidades gravitacionales? Lo inalcanzable de sus maravillas, la absoluta incomprensión de los misterios que eluden nuestra mirada miope, imprecisa...

En un ocaso ocre me dejara llevar por el suave murmullo de una conversación sin hora de caducidad, en una conjunción de singularidades de las que, sin saberlo, te refrescan la perspectiva, soplo de aire fresco a los facultades mentales adormecidas por la falta de ejercicio y el exceso de atrición del punto de mira.

Como los astros, como las diminutas maravillas de arquitectura biológica, los amigos son un tesoro pocas veces valorado como se merece.